Evangelismo nivel Felipe.

 La parábola del sembrador, relatada en los Evangelios (Mateo 13:1-23, Marcos 4:1-20, Lucas 8:4-15), habla sobre cómo la Palabra de Dios es sembrada en distintos tipos de terreno, que representan distintos tipos de corazones. Jesús explicó que el mensaje del Reino será recibido de diferentes maneras, dependiendo del estado del corazón de cada persona. Hay cuatro tipos de terreno en esta parábola:

1. El camino: Representa a quienes escuchan la Palabra, pero inmediatamente el enemigo la roba porque sus corazones están endurecidos.

2. Terreno pedregoso: Aquellos que reciben la Palabra con alegría, pero no tienen profundidad; cuando vienen las pruebas, se apartan porque su fe no es firme.

3. Entre espinos: Representa a quienes escuchan, pero las preocupaciones y las riquezas ahogan la Palabra, impidiéndoles dar fruto.

4. Tierra fértil: Estos son los que escuchan y entienden la Palabra, y dan fruto en abundancia.

Al reflexionar sobre la tierra fértil, podemos ver que el verdadero evangelismo no solo implica predicar, sino también buscar que el Espíritu Santo guíe el proceso, como sucedió con Felipe. En Hechos 8:26-40, vemos cómo el Espíritu Santo guió a Felipe al encuentro del eunuco etíope. Felipe fue obediente y, en el momento preciso, explicó las Escrituras, lo cual llevó al etíope a creer y ser bautizado.

La historia de Felipe nos enseña que la obra de evangelismo es más efectiva cuando es guiada por el Espíritu Santo. No podemos conocer el estado del corazón de cada persona, pero Dios sí. Él sabe quiénes están listos para recibir Su Palabra. Por tanto, necesitamos depender del Espíritu Santo para que nos guíe a aquellos que tienen corazones como tierra fértil.

Otras referencias bíblicas sobre la guía del Espíritu en evangelismo

Juan 16:13: Jesús promete que el Espíritu de verdad nos guiará a toda verdad. Esto incluye el discernimiento de saber cuándo y cómo compartir el mensaje.

Hechos 16:6-10: Pablo y sus compañeros fueron guiados por el Espíritu Santo para no ir a Asia y, en cambio, fueron dirigidos a Macedonia. Esto muestra cómo Dios puede guiar a sus siervos a lugares específicos y preparados para recibir la Palabra.

Romanos 10:14-15: Pablo escribe sobre la importancia de predicar, pero también indica que Dios envía a los mensajeros, resaltando Su soberanía en la obra de evangelismo.

Así, como Felipe fue guiado por el Espíritu, nuestra oración en evangelismo debería incluir pedirle a Dios que nos lleve a corazones que estén preparados. De esta forma, estaremos sembrando en tierra fértil, cumpliendo con el propósito de Di

os y dando fruto abundante.