La vigencia del diseño de Dios para su iglesia.
La creencia de que los dones, frutos, y ministerios dados por el Espíritu Santo están vigentes se encuentra respaldada en varias partes de la Biblia. Aquí algunos de los pasajes y comentarios relacionados:
1. La Palabra de Dios, viva y eficaz:
Hebreos 4:12 - "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos...".
En este versículo, se nos enseña que la Palabra no es algo muerto ni del pasado, sino que sigue activa y cumpliendo su propósito en el mundo y en nuestras vidas. En el Nuevo Testamento, Jesús es llamado “el Verbo” o “la Palabra” (Juan 1:1-14), indicando que Él es la revelación de Dios.
2. Los Frutos del Espíritu Santo:
Gálatas 5:22-23 - "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".
Pablo enumera aquí los frutos que el Espíritu Santo produce en la vida del creyente. Estos son pruebas vivientes de que el Espíritu sigue obrando y transformando las vidas de quienes siguen a Cristo.
3. Los Dones del Espíritu Santo:
1 Corintios 12:4-11 - Pablo menciona diferentes dones: "palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversidad de lenguas y interpretación de lenguas".
Estos dones son distribuidos por el Espíritu Santo a quien Él quiere, y nada en las Escrituras indica que estos dones hayan caducado. El propósito de los dones es la edificación de la iglesia y el avance del Reino de Dios.
4. Los Ministerios:
Efesios 4:11-13 - "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo".
Estos cinco ministerios son para fortalecer y guiar a la iglesia hasta que todos lleguemos "a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios". La frase “hasta que todos lleguemos” indica que estos ministerios están vigentes hasta el día en que la iglesia alcance esa madurez.
5. No contristar al Espíritu Santo:
Efesios 4:30 - "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención".
El llamado a no contristar al Espíritu es una exhortación a vivir en obediencia y en alineación con el Espíritu. Rechazar la obra del Espíritu, como negar sus dones y frutos, es una forma de apagar o contristar Su presencia.
En conclusión, la enseñanza bíblica sugiere que tanto los frutos, los dones como los ministerios están destinados a continuar hasta que la iglesia esté completa en su propósito en Cristo. Negar esto o rechazar la obra actual del Espíritu es, de hecho, una resistencia a lo que Dios sigue haciendo en el mundo.
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