La Voluntad de Dios

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 El tema de la soberana voluntad de Dios es uno de los más profundos y complejos en la teología cristiana, ya que abarca aspectos como el propósito divino, la omnisciencia y la libertad humana. Explorar esta voluntad involucra también entender cómo actúa en relación con la voluntad del ser humano y cómo las Escrituras lo abordan. A continuación, vamos a desglosar estos aspectos clave con base en la Biblia.

1. La Voluntad Soberana de Dios

La soberana voluntad de Dios se refiere a Su autoridad absoluta sobre toda la creación y el curso de la historia. Esto significa que Dios tiene un propósito eterno que se cumplirá independientemente de las acciones humanas. En la Escritura, encontramos varios pasajes que revelan esta soberanía:

Isaías 46:10: “Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”. Este versículo muestra cómo Dios, en su soberanía, cumple todo lo que ha determinado. La voluntad de Dios no es limitada por el tiempo, el espacio o las circunstancias.

Salmo 115:3: “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho”. Aquí, se expresa que Dios obra conforme a su voluntad y su propósito se realiza en todas las cosas.

Efesios 1:11: “en él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”. Esto indica que Dios gobierna todo según Su plan eterno.

2. Tipos de Voluntad Divina: Secreta y Revelada

Teológicamente, algunos distinguen entre la voluntad secreta de Dios y su voluntad revelada:

Voluntad secreta: Este es el plan y propósito oculto de Dios que no siempre se revela a los seres humanos. Deuteronomio 29:29 declara: “Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre”. Esto implica que hay aspectos de los planes de Dios que no comprendemos y que solo Él conoce.

Voluntad revelada: Este es el conocimiento que Dios ha dado a la humanidad sobre Su voluntad, particularmente a través de las Escrituras. La voluntad revelada de Dios está en los mandamientos y principios que encontramos en la Biblia (por ejemplo, amar a Dios y al prójimo, vivir en santidad y justicia).

3. La Voluntad de Dios y la Libertad Humana

La interacción entre la soberanía divina y la libertad humana es un tema difícil. La Biblia enseña que Dios es soberano y todo lo sabe, pero también que el hombre tiene libertad para tomar decisiones y es responsable de sus actos.

a) Ejemplos en la Escritura

Historia de José: En Génesis 50:20, José dice a sus hermanos: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien”. Aunque los hermanos de José actuaron libremente al venderlo, Dios usó esa maldad para un propósito mayor. Aquí se observa cómo Dios puede obrar a través de las decisiones humanas sin interferir en la libertad de las personas.

Endurecimiento del Faraón: En Éxodo, Dios endurece el corazón del Faraón para no dejar salir a Israel, pero también se dice que Faraón endureció su propio corazón (Éxodo 8:15, 9:12). Esto muestra cómo la soberanía de Dios puede coexistir con la responsabilidad humana.

b) Influencia de la Voluntad de Dios en la Voluntad del Hombre

Dios tiene la capacidad de guiar y mover el corazón humano sin violar la libertad. Proverbios 21:1 afirma: “Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del SEÑOR; Él lo dirige donde le place”. Dios puede influenciar la voluntad humana sin eliminar su capacidad de decisión. Sin embargo, esta influencia siempre está orientada a sus planes divinos, y Él respeta la libertad humana al no imponer Su voluntad.

4. La Presciencia de Dios y el Libre Albedrío

Dios conoce el futuro de manera perfecta y detallada (Isaías 46:9-10), y su conocimiento no obliga a las decisiones humanas. Aunque Dios sabe lo que sucederá, esto no significa que Él causa todas las decisiones. Así, las personas son responsables de sus acciones, aunque esas decisiones ya sean conocidas por Dios.

5. Cómo Funciona en la Vida de un Creyente

Para el creyente, conocer y seguir la voluntad de Dios implica buscar la dirección del Espíritu Santo y obedecer las Escrituras. En Filipenses 2:13, Pablo escribe: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Esto significa que, cuando alguien entrega su vida a Cristo, Dios trabaja en su corazón para que sus deseos y acciones se alineen cada vez más con Su voluntad.

Conclusión

La soberana voluntad de Dios es un misterio que la mente humana no puede comprender completamente. En su soberanía, Dios es capaz de cumplir sus propósitos eternos a través de las decisiones libres de los seres humanos. Como cristianos, nuestra responsabilidad es buscar y obedecer la voluntad revelada de Dios en las Escrituras, confiando en que Él tiene un propósito perfecto y que obra todas las cosas para el bien de aquellos que le aman (Romanos 8:28). Esta relación entre la voluntad divina y la humana nos llama a vivir con fe y responsabilidad, sabiendo que aunque no comprendamos todos los misterios de Su voluntad, podemos confiar en Su carácter perfecto y amoroso.