A Cual Jesús Celebramos En Navidad?
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”
(Hebreos 12:2)
La Escritura nos llama a fijar la mirada en Jesús en toda su obra redentora, no de manera fragmentada. En la celebración de la Navidad surge una pregunta legítima:
¿A cuál Jesús esperamos y contemplamos?
La Biblia presenta un solo Cristo, revelado en distintas etapas de su misión eterna.
1. El Jesús del pesebre: Dios hecho carne
La Navidad nos recuerda la encarnación: Dios entrando en la historia humana con humildad.
Base bíblica:
“Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14)
“Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:11)
“Se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo” (Filipenses 2:6–7)
Contenido doctrinal: El pesebre no es solo una escena tierna; es una declaración teológica: Dios se hizo hombre para salvar al hombre. Jesús vino como siervo, cercano, accesible, identificándose con nuestra condición.
2. El Jesús de la cruz: el Cordero que quita el pecado
No se puede separar el pesebre de la cruz. Jesús nació con un propósito redentor.
Base bíblica:
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29)
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones” (Isaías 53:5)
“Consumado es” (Juan 19:30)
“Cristo murió por nuestros pecados” (1 Corintios 15:3)
Contenido doctrinal: La cruz revela el amor sacrificial y la justicia de Dios. El niño del pesebre es el mismo que cargó el pecado del mundo. Sin la cruz, la Navidad pierde su verdadero significado.
3. El Jesús glorificado: Rey, Juez y Señor eterno
La Escritura también revela a Cristo en su gloria presente y futura, exaltado a la diestra del Padre.
Base bíblica:
“Sus ojos como llama de fuego… su rostro como el sol cuando resplandece” (Apocalipsis 1:14–16)
“A éste Dios ha exaltado hasta lo sumo” (Filipenses 2:9–11)
“El Hijo del Hombre viniendo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30)
“El cabello blanco como blanca lana” (Daniel 7:9)
Contenido doctrinal: Este es el Cristo que la Iglesia espera. No vuelve como un niño indefenso, sino como Rey soberano, Juez justo y Señor de toda la creación.
Conclusión bíblica: Un solo Cristo, una mirada completa
La Biblia no nos llama a escoger una imagen de Jesús, sino a contemplarlo en plenitud:
En el pesebre, vemos su humildad.
En la cruz, vemos su amor redentor.
En la gloria, vemos su autoridad eterna.
Base final:
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8)
“Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla” (Filipenses 2:10)
En esta Navidad
Celebramos al Jesús que vino, al Jesús que murió, y al Jesús que viene otra vez.
Poner la mirada en Él es vivir en esperanza, santidad y adoración, aguardando su manifestación gloriosa.
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